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Plan de Formación Individual en documento pdf

Recursos para Cuaresma 2020

Estamos invitando a todos los feligreses a crear lentamente un plan de formación individual para sí mismos durante la Cuaresma que se utilizará a partir de la temporada de Pascua y más allá.

Crecer 
Rendir Culto
Evangelizar

El Discipulado

"El camino de Cristo lleva a la vida..."

Ser discípulo se trata de seguir a Jesús y crecer en cercanía con Él. Nuestras vidas deben ser un aprendizaje con Jesús donde aprendemos a seguirlo, imitarlo, y enamorarnos profundamente de Él. Esto, como cualquier otra disciplina, requiere entrenamiento y práctica. Este plan de formación está diseñado para funcionar como una herramienta que te ayude a evaluar las maneras en que ya estás viviendo como un discípulo de Jesucristo, y también para asistirte en la formación de nuevos hábitos que te ayudarán en volverte más y más como Él.  

La intención de este plan es ayudarte a avanzar a tu propio ritmo, haciendo compromisos razonables contigo mismo para tomar el próximo paso. El objetivo es la santidad, es decir, ser como Jesús y, al final, llegar a vivir con Él por toda la eternidad en el cielo, donde experimentaremos la plenitud de la alegría en la presencia de Dios. La esperanza es que este plan de formación sirva como un entrenamiento genuino en santidad, e infunda en nuestros corazones un deseo ardiente de compartir la Buena Nueva de Jesucristo - Su vida, muerte y resurrección - con todo el mundo.

El Discipulado en San Francisco de Sales

Aquí en San Francisco de Sales, deseamos ver una Iglesia viva con discípulos apasionados que conocen, aman y sirven al Señor con alegría. Creemos que este discipulado apasionado se manifiesta en los cuatro valores principales de nuestra parroquia: rendir culto, crecer, evangelizar y amar. 

 

Un discípulo apasionado es alguien que…

  • Rinde culto al Dios Trino, buscando la gracia de Dios a través de una vida sacramental vibrante, enfocada en la Eucaristía.
  • Crece en fe como individuo y como miembro del cuerpo de Cristo, en fidelidad hacia la Iglesia.
  • Evangeliza a través del Espíritu Santo, viviendo y compartiendo el Evangelio de Jesucristo para llevar a otros a una relación personal con Él.
  • Ama a las personas de todas las naciones, abriendo sus brazos a todos en su comunidad con el amor de Jesucristo.

Estas acciones no solo son los valores principales de nuestra parroquia, sino que también son las acciones principales de cada cristiano.

Toma un tiempo en oración para considerar cada una de estas áreas. Podría ser útil: 

  1. Evaluar dónde te encuentras ahora espiritualmente, 
  2. Pensar en dónde quieres estar, y 
  3. Comprometerte a hacer algo específico que te ayudará a llegar allí.

 

Rendir Culto

"La oración es la relación viva de los hijos de Dios con su Padre infinitamente bueno, con su Hijo Jesucristo y con el Espíritu Santo" (CIC 2565). 

Aunque cada uno de los cuatro valores es importante para la vida cristiana, hay un valor que supera a los demás en importancia. Es del encuentro con Dios en la oración de donde procede toda la vida cristiana. 

La oración y el rendir culto son hábitos esenciales de un discípulo. Hay formas particulares en que el Señor nos ha ordenado que lo adoremos. Observamos fielmente estos mandamientos al:

  • Asistir a misa todos los domingos y todos los días de precepto
  • Recibir el sacramento de la reconciliación al menos una vez al año, y cuando sea necesario (e idealmente durante los tiempos penitenciales como el Adviento y la Cuaresma) 

Esto, sin embargo, no es suficiente si “la oración es la relación viva de los hijos de Dios con su Padre.” Si esta relación va a ser verdaderamente viva, la oración diaria es necesaria para alimentar nuestra vida en Cristo. El compromiso con un tiempo y lugar regular es esencial para desarrollar un hábito de oración personal y crecer en el amor a Dios. ¡Encuentra lo que te funcione y quédate con eso!

También es útil comprometerte con una forma regular de orar, por ejemplo: leer y meditar en uno de los evangelios u otro libro de la Biblia, rezar el Rosario y meditar sobre sus misterios, o la Adoración del Santísimo.

Cosas Para Pensar

  1. ¿Cuándo y cómo yo ya oro diariamente? ¿Tengo un horario fijo para orar y un plan de cómo usaré ese tiempo de oración?
  2. Si todavía no estoy orando diariamente, ¿Qué debo hacer para que la oración sea una prioridad diaria? ¿Necesito apartar un tiempo en mi calendario que no es negociable? ¿Necesito dejar de hacer otra cosa que me quite tiempo en oración (por ejemplo: televisión, redes sociales, etc.)
  3. ¿Cuándo y cómo rendiré culto en comunidad y con mi familia? ¿Cómo guardo y santifico el día del Señor?

Más recursos para Rendir Culto:

 

Crecer

“Todo lo que es verdadero, todo lo honorable, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre, si hay virtud alguna, si hay algo que merece alabanza, en esto piensen.” (Filipenses 4:8)

Como estudiantes del gran Maestro, necesitamos crecer en el conocimiento de Dios y su Iglesia, así como esforzarnos para crecer en la virtud. Como dice el Catecismo de la Iglesia Católica: “La virtud es una disposición habitual y firme a hacer el bien. Permite a la persona no sólo realizar actos buenos, sino dar lo mejor de sí misma….El objetivo de una vida virtuosa consiste en llegar a ser semejante a Dios”(CIC 1803).

Para hacer el bien, primero tenemos que “ser transformados por la renovación de [nuestras mentes]” (Romanos 12:2). Llegamos a conocer el bien por formar nuestros corazones y mentes según lo que Dios ha revelado a través de Su Iglesia. Formas concretas para hacer esto podría implicar la lectura de las Escrituras, algún libro espiritual, escritos de uno de los santos o algún otro tipo de medio (por ejemplo: charlas, podcasts, etc.)

También podría implicar el ayuno de los alimentos, o de otros medios de comunicación que nos pueden distraer o no necesariamente nos acercan a Dios (por ejemplo: televisión, películas, videojuegos, redes sociales, etc.)

Además, el crecimiento en Cristo no es posible por nuestra cuenta. Necesitamos el amor y el apoyo de otras personas, y ellos necesitan experimentar el amor de Dios a través de nosotros. Ser parte de un pequeño grupo o comunidad de base, o reunirse regularmente con otro discípulo uno a uno son excelentes maneras de hacer esto.

Cosas Para Pensar

  1. ¿Cómo estoy trabajando ya para crecer en el conocimiento de Dios? ¿Qué estoy haciendo para crecer en virtud?
  2. ¿Hay algo que debo renunciar o comenzar a hacer para crecer en el conocimiento de Dios y en la virtud?
  3. ¿Cómo voy a mantener una conexión con otras personas que me están apoyando para crecer en la fe? ¿Con qué frecuencia nos reuniremos?

Más Recursos para Crecer:

 

Evangelizar

“Estén siempre dispuestos para dar una respuesta a quien les pida cuenta de su esperanza” (1 Pedro 3:15). 

La evangelización es la proclamación de la Buena Nueva de Jesucristo.

Es la proclamación de: (1) el plan amoroso de Dios para los seres humanos; (2) el pecado y sus consecuencias devastadoras, especialmente la separación de Dios; (3) la respuesta de Dios a nuestro predicamento enviando a su Hijo para nuestra salvación; y (4) la respuesta de toda persona al llamado de este regalo: arrepentirnos de nuestros pecados, creer en Jesús y ser bautizados, para ser llenados con su Espíritu Santo y vivir una vida nueva en su familia, la Iglesia.

Predicarle al mundo la Buena Nueva de Jesucristo es la misión de la Iglesia y es esencial que esta misión se viva tanto en palabras como en hechos. “Si compartimos la Buena Nueva del amor de Cristo sólo con palabras, no demostrando que vivimos lo que predicamos, la gente con toda razón sospechara de nuestra hipocresía, y posiblemente hasta le demos mal nombre al Cristianismo. Por otro lado, si compartimos la Buena Nueva solo con hechos, la gente no aprenderá de Aquel que es la fuente de nuestra alegría y del amor divino que llevamos dentro de nosotros.”

Cosas Para Pensar

  1. ¿Cómo estoy viviendo y compartiendo el Evangelio para ayudar a otros a conocer el amor de Dios? ¿Qué puedo hacer para compartir la Buena Nueva de Jesucristo con quienes me rodean?
  2. ¿Quiénes son algunos amigos o miembros de la familia por los cuales estoy orando y apoyando intencionalmente, invitando a la iglesia o de otra manera apoyando en su relación con Dios? ¿Hay alguien en particular a quien el Señor me pide que lo llame?
  3. ¿Hay algo que me impida compartir estas buenas noticias? ¿Qué estoy haciendo o qué puedo hacer para cambiar eso?
  4. ¿Cómo apoyo el trabajo de la parroquia y otros ministerios que hacen la obra del Reino de Dios? ¿Soy generoso con mi tiempo y mis recursos financieros?

Más Recursos para Evangelizar:

 

Amar

“Este es mi mandamiento, que se amen los unos a los otros como yo los he amado” (Juan 15:12). 

El amor es el principio y el fin de la vida cristiana. Habiendo recibido y crecido en el amor de Dios, no podemos dejar de compartir lo que hemos recibido. San Juan de la Cruz dice: “Al atardecer de la vida seremos examinados en el amor.”

Una de las formas principales de expresar el amor de Dios a los demás es vivir las obras de misericordia. Las obras corporales de misericordia nos llaman a proveer por las necesidades materiales de los demás. Al hacerlo, demostramos nuestro amor por Jesús, que está presente en los pobres: “Todo lo que hicieron por uno de mis hermanos más pequeños, por mí lo hicieron” (Mateo 25:40). O como dice Santa Rosa de Lima: “Cuando servimos a los pobres y a los enfermos, servimos a Jesús. No debemos dejar de ayudar a nuestros vecinos, porque en ellos servimos a Jesús.”

Al vivir las obras espirituales de misericordia, enseñamos, consolamos y perdonamos como Jesús nos ha enseñado, consolado y perdonado. Estamos llamados a mostrar amor al invertir intencionalmente en otras personas y ayudarlas a conocer el amor de Dios a través de nuestras palabras, acciones, y oraciones por ellos.

Cosas Para Pensar

  1. ¿Cómo estoy compartiendo el amor de Dios al servir tanto dentro como fuera de la comunidad parroquial? ¿Hay nuevas formas en que el Señor podría estar llamándome a servir?
  2. ¿Cómo estoy viviendo ya las obras de misericordia corporales y espirituales? ¿Hay una nueva obra de misericordia que Dios quiere que yo comience a hacer?

Más Recursos para Amar: