In our parish’s journey to grow passionate disciples of Jesus Christ, the peer leadership role of our high school young people has become a cornerstone of our youth ministry program, particularly in preparing their peers for the Sacrament of Confirmation. Our teen leaders, alongside dedicated adult mentors, are instrumental in fostering a deep, actionable faith among their fellow young parishioners.
This year, we are blessed with 20 student leaders—10 new and 10 returning—who exemplify commitment and sacrifice. These leaders prioritize spiritual and community responsibilities over other activities, embodying true servant leadership. Their dedication and sacrifice is a driving force in our efforts to grow passionate disciples of Jesus Christ.
Our leaders pray for youth participants before and after each session, ensuring every gathering is enveloped in prayer. This practice underscores our belief in prayer’s foundational role in our faith journey, inviting God’s grace to guide and transform our interactions.
These leaders also help their peers connect with Jesus, understand His teachings, and learn how to live in relationship with Him and His Church. Through structured small group sessions and casual conversations, they simplify faith’s complexities, making it understandable and relevant.
Moreover, our leaders are pivotal in teaching and modeling prayer, especially during our retreat focused on the Holy Spirit. These events deeply impact our youth’s spiritual lives, making the Holy Spirit’s presence a tangible reality.
As we prepare for another year, there is a pressing need for more adult mentors to support these student leaders. Your involvement can make a significant difference in the lives of our young people by providing guidance and stability.
Please join me in supporting and praying for our youth leaders, adult mentors, and all participants of our youth ministry programs. Together, we are building a future where our youth not only embrace their Catholic identity but also lead others to Christ with zeal and conviction.
By Ricardo Valdez, Director of Evangelization
En el camino de nuestra parroquia para formar discípulos apasionados de Jesucristo, el papel de liderazgo entre pares de nuestros jóvenes de secundaria se ha convertido en una piedra angular de nuestro programa de ministerio juvenil, especialmente en la preparación de sus compañeros para el Sacramento de la Confirmación. Nuestros líderes adolescentes, junto con mentores adultos dedicados, son fundamentales para fomentar una fe profunda y práctica entre sus compañeros jóvenes feligreses.
Este año, somos bendecidos con 20 líderes estudiantiles—10 nuevos y 10 que regresan—quienes ejemplifican el compromiso y el sacrificio. Estos líderes priorizan las responsabilidades espirituales y comunitarias sobre otras actividades, encarnando el verdadero liderazgo servidor. Su dedicación y sacraficio es una fuerza impulsora en nuestros esfuerzos para cultivar discípulos apasionados de Jesucristo.
Nuestros líderes rezan por los participantes jóvenes antes y después de cada sesión, asegurando que cada encuentro esté envuelto en oración. Esta práctica subraya nuestra creencia en el papel fundamental de la oración en nuestro camino de fe, invitando a la gracia de Dios para guiar y transformar nuestras interacciones.
Estos líderes también ayudan a sus compañeros a conectarse con Jesús, entender sus enseñanzas y aprender a vivir en relación con Él y Su Iglesia. A través de sesiones estructuradas y conversaciones informales, simplifican las complejidades de la fe, haciéndola comprensible y relevante.
Además, nuestros líderes son fundamentales en enseñar y modelar la oración, especialmente durante el retiro enfocado en el Espíritu Santo. Estos eventos impactan profundamente la vida espiritual de nuestros jóvenes, haciendo que la presencia del Espíritu Santo sea una realidad tangible.
Mientras nos preparamos para otro año, existe una necesidad urgente de más mentores adultos para apoyar a estos líderes estudiantiles. Su participación puede marcar una diferencia significativa en la vida de nuestros jóvenes al proporcionar orientación y estabilidad.
Por favor, únase a mí para apoyar y orar por nuestros líderes juveniles, mentores adultos y todos los participantes de nuestros programas de ministerio juvenil. Juntos, estamos construyendo un futuro donde nuestros jóvenes no solo abrazan su identidad católica sino también guían a otros hacia Cristo con celo y convicción.
Por Ricardo Valdez, Director de Evangelización
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